METAFÍSICA DE LO FANTÁSTICO O LO REAL MARAVILLOSO

domingo, 29 de mayo de 2011


Hay ciertas revelaciones que llevan a las personas al borde de la locura, ciertas percepciones extrasensoriales que los enfrentan con mundos desconocidos por todos los demás. He pensado que no son más que síntomas de vida: lo que te pasa te está buscando, te pide que enfrentes la realidad y que te dejes llevar por el amor, el dolor, la culpa, la soledad, la intimidad; la lista es tan diversa como interminable.
He tenido oportunidad de ser cercana a algunas personas que han visto cosas extrañas y que tienen la certeza de que son tan reales como nosotros. Pero creo que la extrañeza no es más que los ojos del asombro* y que en sí el mundo es extraño. La clínica los estigmatiza y aísla, la brujería los exalta, los demás, hacemos lo que nos dicen y buscamos traerlos a “nuestro” mundo, ampararlos en nuestras puras categorías. Pero yo creo, decía, que son síntomas de vida. Algo les está pidiendo que se vuelvan a conectar con su sí mismo, lo que es un viaje de redescubrimiento y develación al que hay que atreverse. ¿Qué es lo que existe más allá de lo que vemos?, lo ignoro. ¿Qué es lo que existe en cada uno de nosotros?, también lo ignoro. La diferencia está en que en nosotros está la diferencia.

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*Ver Jaspers, La Filosofía, el asombro como el primer origen del filosofar.

RELATIVISMO EXISTENCIAL


Y no. No se puede decir mucho de la vida por más que se intente o incluso se lleguen a alcanzar algunas certezas. Porque mientras yo lucho por encontrarle sentido, otro en este mismo momento lucha por mantenerla –literalmente hablando– ya que un accidente o una enfermedad o el tiempo se la está tratando de arrancar. Mientras voy construyendo quién soy, otro trata de rearmarse con los restos que le han quedado después de un sino. Y así, yo sigo en la cola de un banco o tomo el colectivo o me enojo y desenojo y busco las llaves que siempre tienen la puta costumbre de perderse y me pongo a limpiar o a cocinar y hago el amor y sigo la lotería y proyecto el próximo viaje, anoto el siguiente cumpleaños y miento y digo la verdad y cuento las horas y me quejo de lo mal que está todo y un a veces tedioso etcétera, sé que todas estas acciones serían otras si mi vida fuera otra, si yo fuera otra, si algo de lo que literalmente mata o revive a los otros se las tomara conmigo.

LA MALDITA DIALÉCTICA DEL ARTE

viernes, 20 de mayo de 2011

El arte es una expresión subjetiva que un individuo realiza en función de cómo percibe el mundo. Dicha expresión termina produciendo dos tipos de objetos: la obra y al mismo artista que la creó. Obra y artista se producen mutuamente. Aquí es cuando comienza el problema, ya que el objeto artista pasa a adquirir ciertas propiedades —como la vanidad o la petulancia— que comienzan a afectar su obra. Algunos siguen hallando canales exteriores a sí mismos como vía regia para su creatividad. Pero otros, orientan su proceso creativo a la recreación de sí mismos, una especie de pseudo creación que aleja al espectador de la obra real, focalizándolo en la figura sujeto que es cada vez más una sombra del artista original.

DIALÉCTICA DE LA MOSCA

martes, 3 de mayo de 2011

Mirando cómo una mosca se golpeaba contra el vidrio una y otra vez para poder atravesarlo y alcanzar el jardín, se sintió igual que ella, ya que en su desdichada vida, una y otra vez caía en los mismos errores, prácticamente sin poder evitarlo. Entonces, reflexionó que no se trata tanto de desconocer el camino, sino más bien de conocer una sola manera de llegar a él.

EXISTENCIALISMO EXTREMO


Si en la vida no te pasa nada, no te das cuenta de que estás vivo. Por eso, ante la falta de vivencias, salgo a buscarlas y si no puedo enamorarme o sentir plenitud o tener revelaciones por los medios que me harían feliz, busco la vida por otros medios. Y sí. Tengo varias entradas a la cárcel, algunas mutilaciones, he padecido enfermedades inverosímiles y me vi involucrado en increíbles catástrofes o acontecimientos que han afectado a muy pocos individuos. No siempre salí bien parado, pero puedo decir que me siento vivo. No a todos nos toca la buenaventura de los amigos, los viajes, el tiempo libre, la gratuidad.

DESMEMORIA


Siempre había sido una persona desmemoriada. Olvidaba nombres, rostros, lugares. Tenía esa memoria útil como para resolver el ahí mismo de la vida, pero a largo plazo, cuando quería conformar recuerdos o experiencias, su memoria se tornaba fragmentaria, incongruente, sin manera de saber con certeza si lo que recordaba era real o una mera ficción en torno a un anhelo. Entrado a sus cincuenta años se encontró solo y pensó que no recordar es una manera de olvidar la soledad; porque para olvidar el olvido de los otros, nada es más conveniente que la desmemoria. Imaginó su lápida sin deudos y entonces empezó a anotar en papeles, los nombres que no quería olvidar y las circunstancias que los hacían merecedores del recuerdo. Pero ya el hábito había hecho al monje y pronto empezó a olvidar por qué esos nombres y esos hechos merecían estar ahí.