LA OTRA CARA DE LA MONEDA

lunes, 2 de enero de 2012


Porque la vida es también esa cosa desapasionada que te toca la puerta.  No sé.  La mugre que se junta en las esquinas, el tedio del horario laboral, otra reunión a la que tenés que ir porque son compromisos asumidos.  Como las estaciones.  Me gustan la primavera y el verano, pero tengo que vivir indefectiblemente el invierno y el otoño.  Sin magias, sin romanticismos y sin poder rebelarme porque no me sirve de nada.  Y así, la vida se te aparece con cara de lunes, con el kilombo que armaron los vecinos anoche, con la rueda pinchada del auto o el malhumor de otros que se te cruzan ese día.  Y vos te parás y decís, “esto no lo elegí”.  Y es verdad.  Pero también es verdad que tus planes siguen, tu vida sigue, tus logros o tus metas están ahí, en el mientras tanto, esperando el momento preciso en que deben manifestarse, en los que sí, la vida es maravillosa.  Y yo que había creído que la vida era constantemente grandiosa, que en todo momento se te manifestaba con esa vitalidad o plenitud que esperás llevarte a la tumba.  Pero descubro que más allá de la grandeza, el mientras tanto es lo que más persiste en la maldita cotidanidad.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

solo soy alguien mas al cual le cautiva sus pensamientos; al leer cada uno encuentro indefectiblemente similitudes muy directas a la vida que llevo. gracias por compartir tus pensamientos fabita!!!