SITEMA AL MEJOR IMPOSTOR

domingo, 16 de mayo de 2010

Me he sentido insegura. No sé qué hacer, no sé qué decir, no sé cómo excusarme ante una falta. La otra persona me habla y yo busco las palabras para que entienda mi punto de vista, esa deuda que siento constantemente tener con mi mismidad, ese error de no haber hecho algo o no haber hecho lo suficiente. Quiero hablar, pero mi interlocutor está hablando y asombrosamente está diciendo lo mismo. Si mantengo silencio el tiempo suficiente para que el otro empiece a hablar, descubro que todo lo que yo tenía para decir de mí, el otro ya lo dijo de sí mismo. Una vez que estas cosas están echadas sobre la mesa, podemos sí, conversar de las trivialidades humanas que nos mantienen ocupados a diario.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias, muy profundos los textos, quise hacerme miembro pero evidentemente no tengo cuenta google pese a que puedo entrar en internet con google, no se mucho de esto no entiendo. Y tus dibujos al pie de la página me gustan. Esta cosa de querer a veces apartarse de uno mismo, como que siempre hay alguien dentro que quisiera hacer las cosas que no hacemos, y la relación con los demás, y pensar esta realidad mientras otros simplemente saben hacerla, en cambio es como que veo siempre todo inscripto, tantas preguntas, y aunque yo no lo sea creo en la gente que es espontánea, en el bando contrario digamos. Bueno creo que nos vemos el miércoles. Chau.

Fabiola Soria dijo...

Puede ser que otros hagan las cosas que nosotros pensamos. Tal vez haya un alguien original que piensa las cosas que nosotros terminamos también haciendo.