ABSURDO ONTOLÓGICO

jueves, 28 de enero de 2010

Se fue a tirar las cartas para saber cuál de sus alumnos debía aprobar. Harta de la soledad de su escritorio, necesitó recurrir a algún otro para evitar la injusticia, ya que el sistema la había elegido para ser verdugo. En las cartas salieron el sabio, seguido del loco y la muerte. Interpretó que debía actuar con racionalidad para evitar la catástrofe. Asistida por estos arcanos, hizo lo que pudo, y realizó el camino de regreso pensando en el futuro de esos niños de los que le decían constantemente que su autoestima e inclusión social dependían de lo que ella dictaminara hacer, en resumen, le repetían: el futuro de esos jóvenes estaba en sus manos. Pero no pudo concretar ese falso destino. Quizás para arreglar la fatalidad ontológica, un asaltante la eligió para descargar su furia y le pegó un balazo después de robarle la cartera.

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