LA PREGUNTA

sábado, 12 de junio de 2010

La pregunta había sido olvidada. Hacía tiempo que deambulaba por la ciudad y entraba a las casas, a los almacenes, a los bares, a la iglesia, al municipio, a la escuela y permanecía un tiempo en cada lugar para ver si era advertida. Los niños solían verla y señalarla y entonces se acercaba y jugaba con ellos un rato, hasta que los niños se convertían en adultos, y aunque a veces volvía a verlos, ellos ya no la reconocían. Solitaria, siempre pensaba en marcharse. Pero sabía que si lo hacía, despojaba a todos de la única posibilidad de despertar.

1 comentarios:

Antonio Salguero Ar. dijo...

___¿Qué tipo de preguntas nos hacemos cuando niños, que a la postre, la vida nos encuentra ya siendo adultos?
___Siempre imaginé jugar con mis preguntas existenciales, de hecho, he jugado con sus respuestas, tal como en el juego de "colocarle la cola al burro".
___Intenté una, otra, u otras y al final tuve respuestas que fueron convincentes para mí.
___¿Será ese el secreto de la Vida?