ESA ACTIVIDAD HUMANA

domingo, 21 de febrero de 2010

Los griegos enaltecieron la razón. Los romanos elevaron las leyes. Los cristianos entronaron a Dios. La Modernidad despertó al sujeto que dormía y los contemporáneos advirtieron al otro. Y fue la ciencia y su engendro: la tecnología, las que volvieron a matar a Dios. El siglo XX notó las estructuras que la mitad del mismo siglo se encargó de derribar. Con ellas cayeron el lenguaje, las ciencias, la tecnología. Nada es más desacertado que ser creyente. Cayeron también las utopías. Lo virtual se come a lo real. Lo impersonal absorbe al sujeto. Y aquí estamos, lo malo siempre sobrevive.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

http://blogs.clarin.com/incomprendidos/