LA SEGUNDA CAVERNA

martes, 20 de octubre de 2009

Jung dice que lo inconsciente se manifiesta para hacernos evidente la realidad que tenemos ante nuestros ojos y no vemos. Dice que se manifiesta en los sueños, y que a veces, hasta se materializa en eso que él llamó “sinfronismo”. Esto me lleva a imaginarme el inconsciente como una especie de cine en el que nos sentamos de espaldas a la pantalla y miramos hacia la oscuridad de la sala, el haz de luz de la película que se proyecta y por supuesto, vemos otras espaldas. Nos perdemos así, la realidad que ocurre en la pantalla principal que es la que debería interesarnos. Esta llega a nuestra conciencia como sombras, ruidos, sensaciones. A veces viene el acomodador —su manifestación material— y nos dice que nos demos vuelta, pero lo ignoramos porque estamos embobados con el significado de ese haz de luz en el que ponemos todo nuestro esfuerzo en decodificar. Jung asegura que el inconsciente nos da todo el contenido que necesitamos para comprender y hacer nuestra vida completa, pero dice que nos hemos olvidado su lenguaje y por eso hemos inventado placebos que nos prometen que encontraremos algo de lo que hemos perdido. Cada cual tiene su placebo, que en el cine, vendrían a ser los pochoclos que nos ocupan el tiempo y el estómago.

3 comentarios:

c.b. dijo...

ja ja, muy bueno.

Fabiola Soria dijo...

Al fin alguien se cuelga con el odiado de Freud, Jung!!! Mi amigo personal...

Fabiola Soria dijo...

Ah, lo de "mi amigo personal" es sólo para entendidos...