SOBRE EL DOLOR

viernes, 22 de mayo de 2009

¿Es el dolor malo? Esta pregunta me viene a la mente, cada vez que mi madre me dice que reza por mí. Yo me pregunto ¿reza para que en mi vida me ocurran sólo cosas buenas?, ¿o reza para que en mi vida pueda afrontar las cosas malas que me ocurran, es decir, que pueda resolver las dificultades, sobreponerme al dolor? Creo que todos deseamos que a la gente que queremos le pasen cosas buenas. Pero bien, las cosas malas también pasan y suelo acordarme de Heráclito con su famosa armonía de los opuestos; así, es necesario el dolor para que se dé el placer, la tristeza para entender la felicidad. Pero nadie desea las cosas malas, ni para uno ni para los demás. Entonces, ¿qué hay en el fondo de nuestras oraciones?

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